¿Cómo saber si me exijo demasiado?

Cuando hablamos de ansiedad, la autoexigencia es un factor contribuyente muy importante ya que influye en nuestras expectativas y por tanto en el nivel de preocupación y alerta que sentimos en ciertos aspectos de nuestra vida como puede ser el trabajo o las relaciones con otras personas, tal y como hablamos en nuestro post sobre cómo detectar si sufres ansiedad.

Cómo saber si te exiges demasiado

La autoexigencia en sí no es perjudicial, pero puede llegar a serlo si nos pone estándares imposibles de cumplir o nos demanda controlar variables sobre las que no tenemos poder alguno. Por ejemplo, si estamos trabajando en un documento para un cliente podemos controlar las palabras y el formato que usamos, pero no podemos garantizar por completo que al cliente le vaya a gustar o que vaya a tener los resultados que queremos.

Entonces, ¿cómo podemos saber si lo que nos estamos exigiendo a nosotros mismos es adaptativo o realista? A continuación, te planteamos dos formas de averiguarlo.

1 – ¿Qué precio conlleva cumplir mis exigencias?

Seguro que en algún momento has renunciado a cosas que querías hacer por cumplir con tus obligaciones e incluso has dejado de lado tus necesidades (como por ejemplo pasar la noche en vela preparando un examen) por ello. Hacer esto de forma puntual para cumplir con algo importante para nosotros es adaptativo.

Sin embargo, cuando generalizamos esta manera de actuar, podemos dejar de lado sin darnos cuenta nuestras necesidades. Unos ejemplos claros de esto serían:

  • Quedarnos trabajando hasta tarde sistemáticamente por cumplir con metas que nos hemos impuesto o perfeccionar nuestro trabajo y no tengamos tiempo para nuestros hobbies.
  • Ceder en lo que queremos o necesitamos en una relación de pareja siempre en favor lo que quiere la otra persona porque creemos que es nuestro deber.

En estos casos, la autoexigencia está haciendo que renunciemos a cosas que son importantes para nuestro bienestar y por tanto conviene cambiar nuestras expectativas para ser más saludables.

2 – ¿Puedo cumplir con lo que me exijo realmente?

A veces creemos que tenemos poder sobre cosas que realmente están fuera de nuestro alcance y, basándonos en esa creencia, nos exigimos resultados que no dependen solo de nosotros. Si te has visto en alguna de estas situaciones, te has exigido más de la cuenta:

  • Tendencia a evitar que una persona que quieres se ponga triste o lo pase mal.
  • Sentir la necesidad de gustar o agradar a todo el mundo
  • Conseguir a toda costa que te contraten en una empresa

autoexigencia y ansiedadAunque podemos poner de nuestra parte para intentar cumplir con estas exigencias no solo depende de nosotros. No podemos controlar las emociones de otras personas, ni lo que piensan de nosotros. Asimismo, no podemos controlar que la empresa que queremos decida contratarnos.

Ajustar nuestras expectativas a aquello que sí podemos hacer y está en nuestra mano nos ayudará a sentir menos frustración y a estar más en paz con nosotros mismos.

Si tienes más dudas sobre la autoexigencia y cómo gestionarla para que no te perjudique, este post te ha parecido útil o tienes alguna consulta, ponte en contacto con nosotras. ¡Estamos más que encantadas de ayudarte!